En tercer lugar, la gente a menudo malinterpreta lo que la psicología nos
enseña acerca de las represiones.
La psicología nos enseña que el sexo reprimido es peligroso. Pero reprimido
es aquí una palabra técnica.
La sexualidad reprimida no le parece al paciente sexualidad en absoluto.
Cuando un adolescente o un adulto se ocupa de resistir un deseo consciente,
no está tratando con una represión.
Aquellos que seriamente intentan practicar la castidad son más conscientes
de su propia sexualidad
La virtud -incluso la virtud que se intenta- trae consigo la luz; la permisividad
trae las tinieblas.
Finalmente, quiero dejar tan claro como sea posible que el centro de la moral
cristiana no está aquí.
Si alguien piensa que los cristianos consideran la falta de castidad como
el vicio supremo, está del todo equivocado.
Los pecados de la carne son malos, pero son los menos malos de todos los
pecados.
Los peores placeres son puramente espirituales: el placer de dejar a alguien
en ridículo, el placer de dominar, de tratar con desprecio, de denigrar; el
placer del poder o del odio.
Hay dos elementos en mí, compitiendo con el ser humano en el que debo intentar
convertirme.
Estos son el ser Animal y el ser Diabólico.
El ser Diabólico es el peor de los dos.
Fin
Fuente: C.S. Lewis, Mero cristianismo