Se gasta una tremenda energía, se construyen civilizaciones, se pergeñan
excelentes instituciones, pero cada vez algo sale mal.
Acaban por llegar a la cima las gentes crueles y egoístas y todo se desploma
en la miseria y en la ruina.
De hecho, la máquina se rompe. Parece empezar bien, consigue avanzar unos
cuantos metros, y luego se rompe.
Porque intentan que funcione con el combustible equivocado.