No hace mucho tiempo, estaba hablando con una joven pareja y la esposa rompió a llorar por el estrés que estaban enfrentando en su matrimonio debido a su tensa relación con los suegros. Había tensión en ambos lados de sus familias, y la tensión estaba sofocándolos. No tenían idea de cómo reparar esta situación pero sabían que tenían que resolverla por el bien de su matrimonio (y por el bien de su cordura).
Una de las preguntas más comunes que me hacen en la página de matrimonios se refiere a relaciones saludables con los suegros. El estrés relacionado a las dinámicas familiares es una de las principales luchas que deben enfrentar los matrimonios, así que es importante hacer de estas relaciones lo más saludable posible.
Aquí hay algunas maneras sencillas para mejorar estas relaciones y fortalecer tu propio matrimonio en el proceso:
Yo soy de la creencia de que debemos mostrar respeto incluso por las personas que no lo merecen; no como un reflejo de su carácter, sino del nuestro. Cuando se honra a suegros “difíciles”, se construyen puentes de paz que impactarán positivamente a las futuras generaciones. No es fácil, ¡pero el esfuerzo vale la pena!
*Si la relación ya es saludable, sigue trabajando para que permanezca así. Si la relación no es saludable, pregúntate si estás contribuyendo al problema o a la solución. Sé un conciliador.
En la mayoría de los matrimonios, un par de padres (suegros) recibe más atención que el otro. Hay muchos factores que contribuyen a eso, pero tú debes hacer todo lo que esté en tu poder para darles la misma atención y tiempo a ambos pares de padres. El favoritismo lleva usualmente a resentimientos mientras que la consistencia o regularidad lleva a la confianza.
No caigas en la rutina de ser de los que hablas con tus padres pero luego le das inmediatamente el teléfono a tu pareja cada vez que sus padres llaman. Cuando tus suegros llamen, trata de contestar el teléfono y ten una conversación con ellos antes de darle el teléfono a tu pareja. Demuéstrales que los valoras dándoles tiempo y atención. Encuentra maneras sencillas de invertir en tu propia relación con ellos.
Un matrimonio saludable requiere que tu primera y más grande fidelidad sea para con tu pareja, así que no permitas que otras relaciones familiares se ubiquen entre ustedes. Prácticamente, esto significa nunca llames a tus padres cuando estás discutiendo con tu pareja. Esto creará una dinámica que no es saludable entre tu pareja y tus padres. Además, no permitas que nadie (pariente o no) hable de forma negativa acerca de tu pareja o haga algo que debilite la santidad de tu matrimonio.
Las tradiciones y costumbres de tu familia pueden probablemente ser diferentes a las de la familia de tu pareja, pero ambas familias son igualmente importantes, así que valora esas diferencias. Celebra las singularidades de cada familia y encuentra una manera de traer ambas perspectivas a tus propias tradiciones familiares.
La Biblia dice “el amor hace perdonar una multitud de pecados” (1 Pedro 4,8). En cada relación, cuando permitimos que el amor decida el tono, éste tiene una manera de cubrir las diferencias y heridas pasadas y de unirnos en una hermosa manera. Deja que el amor guíe tu vida familiar y ¡todo lo demás se resolverá sólo!
religionenlibertad.com 24 enero 2016
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