Los nocivos efectos de la pornografía, tanto la mal llamada "leve" como la fuerte, son amplios y profundos. Diversos grupos de investigadores han realizado más de 500 estudios sobre estos efectos, y sus conclusiones son concretas y coherentes.
Hay padres que dicen que no quieren transmitir una religión concreta a sus hijos para no limitar su libertad y que si quieren, de mayores, ya eligirán una religión.