Hoy día con base a los conocimientos de la fisiopatología del paciente traumatizado; se puede llegar a inferir los cambios fisiológicos padecidos por Jesús Cristo, durante su pasión y muerte. Los relatos bíblicos de la crucifixión descritos a través de los evangelios, y documentación científica al respecto, describen que padeció y sufrió el más cruel de los castigos. El más inhumano y despiadado de los tratos que puede recibir un ser humano.
Descubrimientos arqueológicos relacionados con las practicas romanas de la crucifixión. Proveen información valiosa que da verdadera fuerza histórica a la figura de Jesús, y a su presencia real en la historia del hombre.
Históricamente este acontecimiento se inicia durante la celebración de la pascua judía en el año 30 de nuestra era. Siendo muy probable que Jesús naciera en el 4 0 6 antes de su muerte. La última cena se realizó el jueves 6 de abril (nisan 13). La crucifixión se llevo a cabo el 7 de abril (nisan 14). Los años del nacimiento y la muerte de Jesús permanecen en controversia .
Los escritores sagrados describen la oración de GETSEMANI con enérgicas expresiones. Lo vivido por Jesús antes de ser tomado como prisionero, lo refieren como una mezcla indecible de tristeza, de espanto, de tedio y de flaqueza. Esto expresa una pena moral que ha llegado al mayor grado de su intensidad.
Fue tal el grado de sufrimiento moral, que presentó como manifestación somática, física; sudor de sangre ( hematihidrosis o hemohidrosis). "sudor de sangre, que le cubrió todo el cuerpo y corrió en gruesas gotas hasta la tierra'. (Lc 22,43).
Caso no usual en la practica médica. De presentarse está asociado a desordenes sanguíneos. Fisiológicamente es debida a congestión vascular capilar y hemorragias en las glándulas sudoriparas. La piel se vuelve frágil y tierna.
Después de este primera situación ocasionada por la angustia intensa. Es sometido a un ayuno que durara toda la noche durante el juicio, y persistirá hasta su crucifixión.
La flagelación era un preliminar legal para toda ejecución Romana. A la víctima le desnudaban la parte superior del cuerpo, lo sujetaban a un pilar poco elevado, con la espalda encorvada, de modo que al descargar sobre esta los golpes, nada perdiesen de su fuerza y golpeaban, sin compasión, sin misericordia alguna.
El instrumento usual era un azote corto (flagrum o flagellum) con varias cuerdas o correas de cuero, a las cuales se ataban pequeñas bolas de hierro o trocitos de huesos de ovejas a varios intervalos.
Cuando los soldados azotaban repetidamente y con todas sus fuerzas las espaldas de su víctima, las bolas de hierro causaban profundas contusiones y hematomas. Las cuerdas de cuero con los huesos de oveja, desgarraban la piel y el tejido celular subcutáneo .
Al continuar los azotes, las laceraciones cortaban hasta los músculos, produciendo tiras sangrientas de carne desgarrada. Se creaban las condiciones para producir perdida importante de líquidos (sangre y plasma). Hay que tener en cuenta que la hematidrosis había dejado la piel muy sensible en Jesús.
Después de la flagelación, los soldados solían burlarse de sus víctimas. A Jesús, le fue colocada sobre su cabeza, como emblema irónico de su realeza una corona de espinas. En Palestina abundan los arbustos espinosos, que pudieron servir para este fin; se utilizó el Zizyphus o Azufaifo, llamado Spina Christi , de espinas agudas, largas y corvas.
Le fue colocada una túnica sobre sus hombros ( un viejo manto de soldado, que figuraba la púrpura de que se revestían los reyes, "Clamide escarlata" ), y una caña, parecida al junco de Chipre y de España como cetro en su mano derecha.
El suplicio de la cruz es de origen oriental. Fue recibido de los persas, asirios y caldeos; por los, griegos, egipcios y romanos. Se modifico en varias formas en el transcurso de los tiempos.
En principio fue un simple poste. Luego se fijo en el remate una horca (furca), de la que se suspendía el reo por el cuello. Después se adiciono un palo transversal (patibulum), tomando un nuevo aspecto. Según la forma en que el palo transversal se sujetara al palo vertical, se originaron tres clases de cruces:
La crux decussata. Conocida como cruz de San Andrés, tenia la forma de X.
La crux commissata. Algunos la llamaban cruz de San Antonio, se parecía a la letra T. a crux immisa. Es la llamada cruz latina, que todos conocemos.
Se obligo a Jesús, como era la costumbre a cargar la cruz; desde el poste de flagelación al lugar de la crucifixión. La cruz pesaba más de 300 libras (136 kilos) solo llevo el patíbulo que pesaba entre 75 y 125 libras. Fue colocado sobre su nuca y se balanceaba sobre sus dos hombros.
Con agotamiento extremo, y debilitado, tuvo que caminar un poco mas de medio kilómetro (entre 600 a 650 metros) para llegar al lugar del suplicio. El nombre en arameo es Golgotha, equivalente en hebreo a gulgolet que significa "lugar de la calavera" , ya que era una protuberancia rocosa, que tenia cierta semejanza con un cráneo humano, hoy se llama por la traducción latina calvario.
Antes de comenzar el suplicio de la crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica ( vino, con mirra, e incienso ) a los condenados; con el fin de mitigar un poco su dolores. Cuando presentaron a Jesús este brebaje, no quiso beberlo ¿que podría mitigar un dolor moral y físico tan intenso? cuando su cuerpo todo policontundido, solo esperaba enfrentar su último suplicio, sin alivio alguno, con pleno dominio de si mismo.
Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en el patíbulo. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y de 13 a 18 centímetros de largo, eran probablemente puestos entre el radio y los metacarpianos, o entre las dos hileras de huesos carpíanos, ya sea cerca o a través del fuerte flexor retinaculum y los varios ligamentos intercarpales. En estos lugares aseguraban el cuerpo.
El colocar los clavos en las manos hacia que se desgarraran fácilmente puesto que no tenían un soporte óseo importante.
La posibilidad de una herida periosea dolorosa fue grande, al igual que la lesión de vasos arteriales tributarios de la arteria radial o cubital. El clavo penetrado destruía el nervio sensorial motor, o bien comprometía el nervio mediano, radial o el nervio cubital. La afección de cualquiera de estos nervios produjo tremendas descargas de dolor en ambos brazos. El empalamiento de varios ligamentos provoco fuerte contracciones en la mano.
Los pies eran fijados frente del estípete por medio de un clavo de hierro, clavado a través del primero o segundo espacio intermetatarsiano. El nervio profundo peroneo y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta del pie fueron heridos.
¿ Se clavaron ambos pies con un solo clavo o se empleo un clavo para cada pie? También esta es una cuestión controvertida. Pero es mucho más probable que cada uno de los pies del salvador estuvo fijado a la cruz con clavo distinto. San Cipriano que, más dé una vez había presenciado crucifixiones, habla en plural de los clavos que traspasaban los pies. San Ambrosio, San Agustín y otros mencionan expresamente los cuatro clavos que se emplearon para crucificar a Jesús.
San Meliton de Sardes escribió: "los padecimientos físicos ya tan violentos al hincar los clavos, en órganos por extremo sensibles y delicados, se hacían aun más intensos por el peso del cuerpo suspendido de los clavos, por la forzada inmovilidad del paciente, por la intensa fiebre que sobrevenía, por la ardiente sed producida por esta fiebre, por las convulsiones y espasmos, y también por las moscas que la sangre y las llagas atraían".
No han faltado quienes dijesen que los pies del salvador no fueron clavados, sino simplemente sujetos a la cruz con cuerdas; pero tal hipótesis tiene en contra, tanto el testimonio unánime de la tradición , que ve en el crucificado Jesús el cumplimiento de aquel, celebre vaticinio: "han taladrado mis manos y mis pies (sal 21); como en los mismos evangelios, pues leemos en San Lucas (Lc 24,39-40) "ved mis manos y mis pies; yo mismo soy; palpad y ved.. Y, dicho esto, les mostró las manos y los pies".
Dice Bosssuet ¿ Como describir los padecimientos morales que soporto nuestro señor Jesús Cristo durante su horrorosa agonía? Cuando una muchedumbre de gente se saciaba sus ojos con el espectáculo de aquella agonía, acompañando con todo tipo de ultrajes que le colmaron hasta último momento. Sufría al ver la mirada abnegada de su madre y sus amigos, a quienes sus dolores tenían sumidos en profunda tristeza. Todo El era, digámoslo así, un tormento en sus miembros, en su espíritu , en su corazón y en su alma.
De todas las muertes la de la cruz era la más inhumana, suplicio infamante, que en el imperio romano se reservaba a los esclavos ( servile suppliciun)
Después de las palabras en Getsemaní vienen las pronunciadas en el Gólgota, que atestiguan esta profundidad, única en la historia del mundo. Dios mío, Dios mío ¿ por que me has abandonado? Sus palabras no son solo expresión de aquel abandono, son palabras que repetía en oración y que encontramos en el salmo 22.
En la muerte de Jesús varios factores pudieron contribuir. Es importante tener en cuenta que fue una persona Politraumatizada y policontundida; desde el mismo momento de la flagelación, hasta su crucifixión.
El efecto principal de la crucifixión, aparte del tremendo dolor, que presentaba en sus brazos y piernas, era la marcada interferencia con la respiración normal, particularmente en la exhalación. El peso del cuerpo jalado hacia abajo, con los brazos y hombros extendidos; tendían a fijar los músculos intercostales a un estado de inhalación y por consiguiente afectando la exhalación pasiva. De esta manera la exhalación era primeramente diafragmatica, y la respiración muy leve. Esta forma de respiración no era suficiente y pronto produciría, retención de CO2 (hipercapnia).
Para poder respirar y ganar aire Jesús tenia que apoyarse en sus pies, tratar de flexionar sus brazos y después dejarse desplomar para que la exhalación se produjera. Pero al dejarse desplomar le producía igualmente una serie de dolores en todo su cuerpo.
El desarrollo de calambres musculares o contracturas tetanicas debido a la fatiga y la hipercapnia afectaron aun más la respiración. Una exhalación adecuada requería que se incorporara el cuerpo empujándolo hacia arriba con los pies y flexionando los codos, aductando los hombros. Esta maniobra colocaría el peso total del cuerpo en los tarsales y causaría tremendo dolor. Más aún, la flexión de los codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro y provocaría enorme dolor a través de los nervios laceradas. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente la espalda contra la estípe. Como resultado de eso cada esfuerzo de respiración se volvería agonizante y fatigoso y eventualmente llevaría a la asfixia.
El agotamiento de músculos intercostales, el cambio en la relación inhalación, exhalación (inhalación pasiva y la exhalación activa en la persona crucificada) hacen que se presente hipoxemia o disminución de la concentración de oxigeno en sangre, secundario al aumento de la concentración de CO2 en sangre o hipercapnia. Es decir una hipoxemia con hipercapnia, que ocasiona acidosis respiratoria.
Estos cambios en la fisiología respiratoria hacen que los niveles altos de CO2 ocasionen también cambios a nivel de la fisiología cerebral, produciendo vasodilatación cerebral con alteraciones en la presión de perfusión, con aumento de la presión intracraneana, llevando a edema cerebral.
Este fenómeno fisiológico de edema cerebral secundario a la retención de CO2 ocasionado por cambios en la ventilación pulmonar ; gradualmente fueron llevando a Jesús a presentar somnolencia y estados confusionales, lo que se conoce como narcosis por CO2. Que sumados a las demás alteraciones sistémicas; como perdida de volumen sanguíneo, baja perfusión tisular, desde luego hipotensión, taquicardia, diaforesis, además de las contusiones, hematomas, laceraciones, es decir cambios estos secundarios al Politrauma. Ocasionaron cambios en la coagulación, alteración hidroelectrolitica y endocrinologica ,llevándolo finalmente a su fallecimiento.
Una explicación popular es que Jesús murió por contusión miocardica , ruptura o bien un Infarto, la explicación que se podría dar médicamente seria la siguiente: estados asociados de hipovolemia (bajo volumen circulante), hipoxemia (disminución de las concentraciones de oxigeno) y un estado coagulable alterado (cambios agudos de la coagulación por daño tisular secundario al trauma y alteración de la cascada de la coagulación), habrían contribuido a la formación de Trombos, por alteración en la agregación y adhesión plaquetaria , en las válvulas aortica y mitral. De estos trombos se pudieran haber desprendido émbolos hacia la circulación coronaria, produciendo así obstrucción en una las coronarias bien anterior o posterior, y producir un gran infarto transmural miocardico. Aunque poco común, podría haber ocurrido una ruptura cardiaca de la pared libre del ventrículo, horas después del infarto.
Este hecho lo podría explicar, el que Jesús clamara a gran voz y luego inclinara la cabeza y muriera, sugiriendo esto la posibilidad de un evento catastrófico agudo terminal. La muerte de Jesús luego de tres horas a seis horas en la cruz sorprendió hasta Poncio Pilato , pues ese tipo de víctimas podría durar hasta veinte cuatro horas en la más prolongada y desesperante agonía.
Era costumbre de los Romanos que los cuerpos de los crucificados permaneciesen largas horas pendientes de la cruz; a veces hasta que entraban en putrefacción o las fieras y las aves de rapiña los devoraban.
Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus colegas del Sanedrín pidieron a Pilato que, según la costumbre Romana, mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen las piernas a golpes. Esta bárbara operación se llamaba en latín crurifragium ( Jn 20,27).
Las piernas de los ladrones fueron quebradas, más al llegar a Jesús y observar que ya estaba muerto, renunciaron a golpearle; pero uno de los soldados para mayor seguridad quiso darle lo que se llamaba el "golpe de gracia' y le traspaso el pecho con una lanza.
En esta sangre y en esa agua que salieron del costado, los médicos han concluido que el pericardio, (saco membranoso que envuelve el corazón), debió ser alcanzado por la lanza, o que se pudo ocasionar perforación del ventrículo derecho o tal ves había un hemopericardio pos traumático, o representaba fluido pleura y pericardio, de donde habría procedido la efusión de sangre.
Con este análisis que si bien es conjetura, nos acercamos más a la causa real de su muerte. Interpretaciones que se encuentran dentro de un rigor científico en cuanto a su parte teórica; más no demostrables con análisis ni estudios complementarios.
Los cambios sufridos en la humanidad de Jesucristo, se han visto a la luz de la medicina, con el fin de encontrar realmente el carácter humano, en un hombre que es llamado el hijo de Dios, y que voluntariamente acepto este suplicio, convencido del efecto redentor y salvador para los que crean en EL y en su evangelio.
1. Sermo de Passione
2. San Justiniano, Dial, c, Tryph, 97,98,104, y apol, 135; Tertuliano, adv. Marc,
3. Camargo Rubén. Diario el heraldo. B/quilla, Col 1990
4. Rev. Med. Jama 1986;255;1455-1463
5. Fragm, 16
6. Tractac in Joan, 36,4 - De obitu Theodos, 47 y 49
7. Séneca,Epist,101; Petronio, Sat 3,6; Eusebio, Hist,eccl,8,8
8. Carta Apostólica Salvifici Doloris 1984
9.Louis Claude Fillion. Vida de Nuestro Señor Jesucristo. Tomo III
Rubén Dario Camargo R. Medicina Interna - Cuidados Intensivos
Barranquilla, Colombia 2003
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