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Los novios deberían ser estimulados y ayudados para que puedan hablar de lo que cada uno espera de un eventual matrimonio, de su modo de entender lo que es el amor y el compromiso, de lo que se desea del otro, del tipo de vida en común que se quisiera proyectar. | Lamentablemente, muchos llegan a las nupcias sin conocerse. Solo se han distraído juntos, han hecho experiencias juntos, pero no han afrontado el desafío de mostrarse a sí mismos y de aprender quién es en realidad el otro. |
Este es el propósito de estas preguntas: conocerse y darse a conocer. De este modo mejorar personalmente y cada uno en su relación con otro. Se trata de leer, pensar, hablar y escuchar. El matrimonio es demasiado importante para resolverlo rápido. Sin prisa hay que tratar las grandes cuestiones. Que Dios os ayude. (Donde pone cónyuge se puede leer también novia/o).
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Vivimos en una cultura divorcista ¿No es una pretensión excesiva un matrimonio para siempre? ¿No iría contra la libertad de los cónyuges?
Si el matrimonio se puede romper a voluntad ¿Esto no lo convierte en un contrato como otro cualquiera? ¿Es justo ponerlo a la altura de los demás contratos?
El rechazo de asumir el compromiso matrimonial es egoísta, interesado, mezquino, no acaba de reconocer los derechos del otro y no termina de presentarlo a la sociedad como digno de ser amado incondicionalmente
(Papa Francisco).
¿Comprendes que esas evasiones tienden a justificar comportamientos inmorales (adulterio, fornicación, pornografía, etc)? ¿Has considerado que esto, incluso, se ve como algo necesario para descansar?
¿Pides ayuda a Dios para comprender que los conflictos y frustraciones no se solucionan dejando de amar y buscando nuestro egoísmo? ¿Miras a Jesucristo que responde a nuestra ofensas amándonos desde la cruz?
¿Procuras que tu corazón no se endurezca ante los sufrimientos de la vida?
¿Has considerado que una crisis superada no lleva a una relación con menor intensidad sino a mejorar y madurar la unión?
Ser amable es parte de las exigencias irrenunciables del amor, todo ser humano está obligado a ser afable con los que lo rodean
(Papa Francisco).
¿Has pensado que en una crisis no asumida, lo que más se perjudica es la comunicación? ¿Y que en esas situaciones, a veces, las personas se aíslan para no manifestar lo que sienten?
¿Sabes que la experiencia muestra que, con una ayuda adecuada y con la acción de la gracia, un gran porcentaje de crisis matrimoniales se superan de manera satisfactoria?
Hay situaciones propias de la inevitable fragilidad humana, por ejemplo, la sensación de no ser completamente correspondido, los celos, los cambios físicos del cónyuge, etc. ¿Procuras no darles una carga emotiva demasiado grande?
Por más que parezca evidente que toda la culpa es del otro, ¿has pensado que nunca es posible superar una crisis esperando que sólo cambie el otro?
A veces se ha dicho que los hijos acaban complicando la vida: preocupaciones, gastos, frustraciones, enfermedades ¿Qué te parece?
¿Si alguien te pidiera que le des razones para tener hijos, qué le dirías?
¿Cuántos hijos te gustaría tener (o haber tenido)?
¿Aceptarías el hecho que tu cónyuge, no pudiera tener hijos?
Amar también es volverse amable. Sus modos, sus palabras, sus gestos, son agradables y no ásperos ni rígidos. Detesta hacer sufrir a los demás
(Papa Francisco).
¿Sabrías explicar qué es la paternidad responsable?
¿Crees que hay alguna diferencia entre emplear métodos naturales de regulación de la natalidad y métodos artificiales?
¿A veces proyectas en tu hijos lo que tú no has sido y te gustaría haber sido?
¿Habéis dialogado sobre cómo combinaréis las carreras profesionales y las obligaciones de ser padres?
¿Piensas mucho en lo que te gustaría que sea o ha sido tu matrimonio? ¿Comprendes que se trata de expectativas?
¿Intentas relativizar las expectativas de tu matrimonio sabiendo que en muchas ocasiones no se cumplirán? ¿Evitas pensar que eso constituya un fracaso?
¿Procuras confiar en Dios que tiene sus caminos y muchas veces nos sorprenden? ¿Cuentas con que Dios con frecuencia juega al largo plazo y nosotros al corto?
¿Te planteas seriamente como hacer crecer la fe en la familia? ¿Cuentas con los medios habituales: la confesión frecuente, la dirección espiritual, la asistencia a retiros, la creación de espacios de oración familiar?
¿Buscas y pides a Dios, en circunstancias difíciles, la madurez necesaria para volver a elegir al otro y aceptar con realismo que no pueda satisfacer todos tus sueños acariciados?
La cortesía «es una escuela de sensibilidad y desinterés», que exige a la persona «cultivar su mente y sus sentidos, aprender a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar»
(Papa Francisco).
¿Estáis de acuerdo en que los católicos que reciben el Sacramento del Matrimonio, deben seguir practicando su religión?
¿Estás preocupado por tener que sacrificar tus tradiciones y practicas religiosas, para evitar conflictos religiosos entre vosotros?
¿Habéis dialogado sobre cómo hacer, para que vuestras formas de espiritualidad, creencias, costumbres y prácticas religiosas, fortalezcan vuestro matrimonio?
Una mirada amable no es posible cuando reina un pesimismo que destaca defectos y errores ajenos. Una mirada amable permite que podamos tolerar al otro, aunque seamos diferentes (Papa Francisco).
¿Habéis dialogado sobre cómo manejareis las cuestiones de sacramentos, normas, costumbres y tradiciones de la Iglesia, en la educación de vuestros hijos?¿Te sientes cómodo, si le pides a tu cónyuge, que recéis juntos?
¿Tenéis formas y mecanismos, para obtener ayuda espiritual y emocional de otros con experiencia, que apoyen el estilo de vida matrimonial que vosotros valoráis?
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