En 1972 me fui a Londres y abandoné Barcelona. Allí hubo personas que me ayudaron, conocí de todo. Los primeros tiempos fueron muy duros. Me llamaba la atención Londres por la cantidad de iglesias que había, a veces leía las denominaciones de ellas. Normalmente eran anglicanas, pero también había católicas. Ponía en el letrero como advertencia "Catholic church".
En mi trasiego de domicilios, fui a vivir a un barrio que se llama "Kentish Town", a la calle de Lady Margaret, es una calle muy bella, de casas victorianas y las aceras con árboles, creo que eran robles, al fondo de la calle observé que había una iglesia. Yo llevaba 4 años en Londres, un día pasé por delante la iglesia y al ver el letrero leí: "Lady Mary Chrismats, Catholic Church", me dio como un vuelco el corazón. La Iglesia estaba bajo la advocación de la Natividad de Nuestra Señora. Pero aquello me fue removiendo la fe que yo había tenido, pero la había perdido. Iba pasando cada día por allí, pues me era obligado para coger el metro, y me daba como un latido.
Un día al pasar me decidí a entrar, no para rezar, en realidad no era para rezar, si no como entrar en mi casa, era mi sensación. Entré, me senté en un banco, y lloré abundantemente, me temblaban las piernas. Un sacerdote me observó, y me preguntó qué me ocurría, le pedí confesión, y hasta el día de hoy no he podido dejar la Iglesia.
La gente que me conocía no entendía mi cambio. Algunos dijeron que me había vuelto loco, o que lo hacía por móviles económicos. De esta manera me encontré con el Señor. DIOS NOS PERDONE.
Armando
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