La pareja no es un mundo aislado

 

Cristo es el modelo a seguir para una fidelidad libremente asumida y para una aceptación de las situaciones dolorosas que, como a todos, nos ha tocado vivir. Quizá una de las más importantes, como pareja, ha sido no haber tenido hijos. 

En Mataró, como en toda Europa, parecía que la humanidad empezaba a dar pasos adelante después de las desgracias de una guerra civil y de la segunda guerra mundial. Había la esperanza del respeto a la dignidad de todo hombre, que desgraciadamente aún hoy no hemos conseguido.

Nuestra infancia se movió en los ambientes normales de unas familias religiosas y practicantes de aquella época, y en hechos como ir a escuelas religiosas, los domingos al catecismo parroquial, tiempos de procesiones... eran de lo más habitual. Siendo adolescentes y viviendo en el mismo vecindario, podemos decir que nunca nos habíamos vista hasta que empezamos a bailar sardanas, cuado nos conocimos. Era el año 1962, muy jóvenes, con tan sólo catorce y quince anos, pero un año que marcaría positivamente nuestra vida de fe con la convocatoria del Concilio Vaticano II por el papa Juan XXIII.

Podemos decir que crecíamos juntos, poco a poco, sin prisas, cada uno en sus actividades, sobre todo en nuestra parroquia de Santa María, primero de monaguillo, catequesis y en los movimientos de la JAC y la JICF, donde nos introdujimos en la revisión de vida. Fue interesante ver cómo cualquier hecho expuesto, por pequeño e insignificante que fuera, cobraba otro cariz bajo la luz del evangelio; esto nos ayudó a descubrirlo y a planteamos seriamente nuestra vida de fe.

Recordamos con ilusión aquellos tiempos en que, junto con otros compañeros y el consiliario de nuestros grupos respectivos, íbamos descubriendo, animados por el espíritu renovador del Concilio, lo que significaban palabras que serían muy importantes en nuestra vida: fe, diálogo, compartir, reflexión, oración, eucaristía, amar...

Después vino el tiempo de la "mili"; allí pude hacer buenos compañeros y tomó solidez nuestro incipiente amor que se iría forjando con la oración y la confianza en Dios, ya que siempre terminábamos nuestras cartas con el deseo de ponernos en manos del Padre, y eso nos unía en la distancia. Poco tiempo después y aún jóvenes, veintitrés y veintidós años, nos casábamos. Preparamos la celebración con las lecturas que escogimos, y que han sido las mismas en nuestras bodas de plata, ya que han sido un referente en nuestra vida. Una era la primera carta de san Pablo a los Corintios sobre el amor, la otra el evangelio según san Mateo de la casa construida sobre la roca. Para nosotros esa "roca" siempre ha sido Cristo, el modelo a seguir para una fidelidad libremente asumida y para una aceptación de las situaciones dolorosas que, como a todos, nos ha tocado vivir.

Quizá una de las más importantes, como pareja, ha sido no haber tenido hijos. Largos años de médicos, pruebas... mezcla de esperanzas y desalientos, porque siempre nos habían dicho que podríamos tener a este hijo, y la realidad es que no ha sido posible. Todo este tiempo de lucha para no desmoralizamos ayudó a nuestro amor; no obstante el desencanto, nos sentíamos en manos de Dios, de momentos de alegría pasábamos a los de desengaño, pero todo hizo que nuestra relación fuese más fuerte y sólida, y nos permitió descubrir juntos que la paternidad y la matemidad espirituales también eran dones al servicio de los demás.

M. Elisa Mataró (1948) Ramon Safont Tria (1947)

Casados en 1970


Enviar comentarios

 

 

Espíritu Santo Iglesia Jesucristo Juan Pablo II Magisterio de la Iglesia Misa Romano Pontífice Virgen aborto abuso adicción adoración afectividad agnosticismo alegría amar amistad amor amor a Dios amor de Dios ansiedad anticoncepción apostolado arrepentimiento atentado ateísmo autenticidad avaricia ayuno bautismo bioética budismo calumnia cancer caridad cariño carácter castidad catequesis catástrofe celibato cielo ciencia ciudadanía clonación coherencia comprensión compromiso comunicación comunismo comunión de los santos comunión sacramental conciencia confesión confianza conocimiento propio consejo contemplación conversión convivencia corredentores corrupción creación creer crisis cruz cuaresma cuidados paliativos cultura curación deber debilidad humana demonio depresión descanso desprendimiento dificultades dignidad dirección espiritual divorcio dolor drogas educación egoísmo ejemplaridad embriones enfermedad entrega esperanza estudios eternidad eucaristía eutanasia evangelio evangelización evolución examen de conciencia existencia de Dios exorcismo expectativas familia fe fecundidad felicidad feminismo formación doctrinal fortaleza fracaso generosidad género hedonismo heroísmo heterosexualidad hijos hinduísmo humildad in vitro infancia injusticia intelectual intolerancia islam judaísmo justicia laicos libertad limosna lucha ascética mal mansedumbre martirio masonería materialismo matrimonio milagro misericordia divina moda moral cristiana muerte música noviazgo obras misericordia odio olvido de sí optimismo oración paciencia paz pecado penitencia perdón pereza persecución pesimismo piedad pobreza política pornografía presencia de Dios protestantismo providencia divina psicología recogimiento redención regreso católico relativismo responsabilidad sabiduría sacerdote sacramentos sagrada escritura santidad secuestro sentido vida serenidad servicio sexualidad sida silencio sinceridad soberbia sociedad civil soledad tecnología temor de Dios templanza teología tolerancia trabajo trinidad tristeza unción de enfermos unidad valentía verdad vida interior vida religiosa vientres de alquiler violación violencia virginidad virtudes vocación voluntad voluntad de Dios xenofobia yoga