A continuación aparecen extractos de las más de 1000 mujeres que han ofrecido sus declaraciones juradas como parte de la apelación a la Regla 60 (Rule 60). Una copia del documento completo está disponible en la corte federal de Dallas.
(Las ciudades y las fechas corresponden al tiempo del aborto, no a las residencias actuales).
“Si imagino lo que el infierno es, tiene que ser tal como mi vida era antes de encontrar asistencia y curación. Me volví alcohólica, perdí mi deseo de vivir, odiaba a la vida en general”. Lisa. Eugene, Or., Junio 1976 y 1980.
“Me ha afectado emocionalmente. Era incapaz de establecer vínculos con las personas. He sufrido de depresión. Fue la causa de años de comportamiento auto- destructivo”. Paula. Cleveland, Ohio, Julio 1978.
“Incapacidad de formar relaciones profundas, sentimiento de culpa y ataques de ansiedad. Por mucho tiempo fui incapaz de sostener o estar cerca de bebés”. Shirley. Los Ángeles, Calif., 1982; y Noruega, 1970.
“He sufrido trastornos médicos que atribuyo a haber abortado, incluyendo embarazos prematuros, paps y menstruaciones anormales”. Susan. Fort Worth, Texas. Marzo, 1977.
“Tuve una hija sustituta en 1979, que recientemente también abortó (06/15/01), también afectó mi amor propio y eventualmente me volví promiscua”. Kathleen. Port Chester, NY, 12 de mayo de 1975; y Mamaroneck, NY, 3 de diciembre de 1975.
“Emocionalmente me siento rechazada por todos. Me siento sola”. Grace. Jacksonville, N C, 1976.
“Años de cambios repentinos de ánimo, desórdenes alimenticios, promiscuidad, baja autoestima y problemas en la relación con mis otros hijos”. Reatha. Baltimore, MD., noviembre 1979.
“Pasé muchos años saltando de una relación a otra y me volví más sexualmente activa. Alejada de la familia, problemas en el colegio y antiguos amigos se distanciaron”. Aureen. Bridgeport, PA, enero de 1978. Filadelfia, PA, marzo 1979.
“Diario arrepentimiento y pesar por la muerte de mis hijos causada por mis propios actos”. Beverly. Atlanta, GA, 1974 y 1977.
“Depresión severa, especialmente en enero, sabiendo que mi hijo cumpliría un año más de vida”. Wendy. Howell, NJ, 1985.
“Sufro de trastornos de pánico y de una baja autoestima que degeneró en promiscuidad. Tomaba mucho e inhalaba cocaína. Contraje el HPV, que daño mi cuello uterino – me sometí a una operación para remover células pre-cancerosas. Tengo problemas en mi colon y estoy en riesgo de tener cáncer de mama (noticias – páginas web)”. Christina Grace. Newark, Del, 1986; y Dover, Neb., 1988.
“Diez años después del aborto estuve cerca de un colapso nervioso. He sufrido emocionalmente por veinticinco años”. D. E., Atlanta, GA. Agosto 1975.
“Por algún tiempo me sentí vacía por dentro. También caí en un espiral de comer compulsivamente que me ha dejado en una situación de obesidad extrema”. A.D.C.H., San Antonio, Texas. 22 de febrero de 1984.
“De estar en la lista de las mejores alumnas del Decano de la universidad, pasé a estar desaprobada, a dejar asuntos incompletos y retirarme varias veces. Intenté suicidarme. Estaba deprimida. El sentimiento de culpa era aplastante”. H.A.K. Knoxville, Tenn. 12 de mayo de 1984.
“He estado propensa al suicidio, deprimida, he tenido ansiedad extrema, pesadillas, sufrido de pena y dolor y conducta autodestructiva”. Candice. San Diego County, California. Marzo de 1996.
“Culpa – falta de habilidad para lidiar adecuadamente con el amor verdadero y el sexo en el matrimonio”. L.D.M. England, Setiembre de 1970.
“Depresión, pesadillas, divorcio”. Darla. Memphis, Tenn. Abril de 1986.
“Mi aborto se llevó mi sentido de autovaloración y seguridad personal. Me ha hecho dudar de mi capacidad de tomar decisiones correctas”. A.C.N. New Orleans, La., 1981.
“Es mi mayor arrepentimiento. Me ha causado depresión y me ha hecho pensar en el suicidio. También me ha dado complicaciones para quedar embarazada y cargar un niño”. Kathryn. Kansas City, Mo., 1981, 1982 y 1983.
“Ha dejado un vacío y un dolor que no me dejan nunca”. Dianne. New Jersey. 15 de enero de 1979. “Siempre estoy pensando en mi niño no-nacido”. Niria. Houston, Texas, 1995 y 1999.
“He estado en terapias por ataques de ira. También fui tratada por un desorden alimenticio que también me ha afectado físicamente”. Rexene. Montgomery, Ala. 1991.
“Dolor emocional y tormento durante años hasta que Dios me perdonó y me curó. Me ha afectado en lo físico. Ya no puedo tener hijos”. Dorothy. San Antonio, Texas, febrero de 1975.
“Si el aborto hubiese sido ilegal, nunca hubiera tenido que pasar por todo este dolor y culpa. Yo debería haberme graduado en lugar de abandonar los estudios. El dolor y la culpa del aborto causaron mi intento de suicidio, ... tal vez la única razón por la que sobreviví fue para que pudiera contar mi horrenda historia y poder hacer una diferencia”. H.A.K. Knoxville, Tenn. 12 de mayo de 1984.
“El aborto mata. No sólo al niño, también al espíritu humano. El padre y la madre también son víctimas. Intenté quitarme mi propia vida por la culpa y el remordimiento. Sentía que era una tumba que caminaba”. Sheila Lynn. Tallase, Fla. 7 de junio de 1985.
“Escuchen las voces de quienes han experimentado las consecuencias físicas y emocionales. Un gran segmento de la sociedad –hombres y mujeres—están sufriendo porque hicieron lo que estaba mal aún cuando era legal”. Shirley. Los Ángeles, Calif, 1982; y Noruega, 1970.