La historia de Brit Hume es a la que se enfrentan millones de personas en todo el mundo. ¿Cómo afrontar una tragedia? ¿Por qué el sufrimiento? Es el trance que tuvo que pasar uno de los periodistas estadounidenses más conocidos cuando su hijo, también corresponsal, se suicidó en 1998. A partir de ahí su concepción de vida cambió y encontró en Cristo y sólo “en Él pude hallar una explicación y una respuesta”.
Hume lo ha sido todo en el periodismo. Corresponsal jefe en la Casa Blanca de la cadena ABC y posteriormente de la FOX tuvo después su propio programa de televisión. En su haber tiene incluso un premio Emmy por su cobertura de la Guerra del Golfo y otros dos galardones como mejor periodista de EEUU por su cobertura en la Casa Blanca. Por ello, su proceso de conversión, o de reconversión, ha sido aún más público y sorprendió a los millones de telespectadores que le seguían. Tampoco ha sido fácil para él y ha recibido numerosas críticas por expresar su fe en público.
Su vida dio un giro total cuando su hijo Sandy se quitó la vida. Antes de este suceso, cuenta Brit Hume, “yo me consideraba cristiano. Si alguien me hubiera preguntado si era cristiano, yo le hubiera dicho: por supuesto que soy cristiano”.
Sin embargo, añade este corresponsal que “creo que era lo que se dice un cristiano nominal” pues “pasé toda mi vida adulta en el día a día pensando muy poco en Dios, en Cristo o en cualquier otra persona”.
El suicidio de su hijo dio un giro radical a esta visión que tenía de la fe. “Cuando murió, cuando algo como esto te hace añicos, puede ser el momento en el que se descubre lo que uno realmente cree”. Y bien que lo pudo ver. Aquel momento “fue horrible, malo, desgarrador, inesperado y doloroso, pero tuve la sensación a pesar de todo, de que Dios estaba allí, que Él me libraba de la pena y el dolor” y que conseguiría salir de este sufrimiento “a través de él”.
Ahí supo que creía, y lo supo con “una fuerza enorme”. Hume confiesa que las cosas sucedieron así en ese periodo porque “le miré a Él como la única explicación razonable”. “Me di cuenta de cuánto me amaba Dios realmente”, asegura.
La reacción de la gente tras la muerte de su hijo y el apoyo de muchos creyentes le ayudó a reencontrarse con esta fe que estaba escondida en su corazón tras el éxito y la fama. “Las muestras de condolencia me dejaron asombrado”. Fueron más de mil cartas recibidas. La gente le enviaba ánimos y tarjetas de oración. “Yo estaba sorprendido por esta respuesta y pensé que estaba viendo el rostro de Dios. Me sentí enormemente impulsado por esto, me sentí agradecido y me dije a mí mismo: Bueno Hume, resulta que eres un cristiano. Ahora, ¿qué vas a hacer al respecto?”.
Desde entonces Brit Hume no ha parado de intentar responder a esta pregunta que se le planteó cuando vivió el mayor sufrimiento de su vida. “Es difícil ser cristiano, no es nada fácil. Siempre me hago la famosa pregunta: si alguien te acusara por ser cristiano, ¿tendrá evidencias para condenarte? Espero que día a día este acumulando estas pruebas. Lo estoy intentando pero no es fácil”.
La prueba llegó y con fuerza. Ser cristiano no es fácil y lo pudo vivir en sus carnes. Ocurrió durante el programa News Sunday de la FOX. Se trataba el escándalo amoroso del golfista Tiger Woods, tras hacerse públicas sus numerosas infidelidades. Esto le provocó dejar el deporte e incluso sus muchos anunciantes le dieron la espalda.
En la mesa de la tertulia estaba Brit Hume y le pidieron que diera su opinión al respecto. Él recomendó al deportista mejor pagado del mundo que volviera al cristianismo donde no encontraría mejor perdón que el de Dios. “Creo que el grado de recuperación, como persona y golfista, depende de la fe. Él dice que es budista. No creo que esa fe ofrezca el tipo de perdón y redención que ofrece el cristianismo”. Así le dijo a Tiger: “vuelva a la fe cristiana y podrá recuperarse totalmente y ser un ejemplo para todo el mundo”.
A raíz de estas declaraciones se produjo una cascada de críticas e insultos a través de numerosos medios de comunicación. Le llamaron fanático y yihadista. En el Washington Post dijeron que su afirmación “se situará en pocos días en una de las más ridículas del año” y le exigían que se disculpara por llevar “su fe” a la televisión. Otros periodistas también le acusaron de “denigrar” a Woods con su recomendación y hasta profesores universitarios le llamaron “estúpido”.
Hume ya sabía que ser cristiano no iba a ser fácil pero decidió no dar un paso atrás. En otras comparecencias públicas no ha dejado de hacer presente su fe y de expresar que “el cristianismo es una religión para los pecadores y gracias a Dios por mí lo es”.
Tras una larga y exitosa carrera periodística anunció su jubilación e indicó su orden de prioridades a partir de ahora: Cristo, su familia y el golf, uno de sus hobbies. Ahora sigue en la búsqueda de Dios y acude a grupos de oración y formación. La muerte de su hijo no fue un sinsentido y le hizo agarrarse a Dios. “Cuando tienes la sensación de que estás realizando el plan de Dios, es un sentimiento que vale la pena tener”.
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=25471 22 octubre 2012
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