Ellos no estaban casados. Jorge padecía un cáncer muy avanzado.
En agosto, al regreso de mis vacaciones, los visité en su apartamento. Estaban deshechos. Ocho días más tarde Jorge fue internado en el hospital y fui a visitarlo. A mi regreso, recé a la Virgen para que él pidiese la mano a Beatriz. Dos días después mi oración fue escuchada: Beatriz, muy contenta, me llamó para anunciarme la noticia.
Rellenamos los documentos del matrimonio civil y religioso. Preparamos la celebración en la habitación del hospital. La boda fue programada para el 10 de octubre. Los dos se confesaron. El personal médico se involucró en el evento. El ambiente en el hospital era muy alegre.
El ayudante del notario llegó a la habitación a las nueve de la mañana para el matrimonio civil. La boda religiosa fue media hora después, en presencia de dos testigos y del segundo hijo de Jorge y Beatriz. Todos vivimos una fuerte y hermosa experiencia. Jorge y Beatriz estaban resplandecientes. Yo estaba muy emocionado. Festejamos el evento con un poco de champagne.
La mañana siguiente Beatriz me llamó a las 11:00 y me dijo: «Jorge está agonizando». Fui de inmediato al hospital. Rezamos y le administré la unción. Rodeado de sus seres queridos Jorge murió a las 12:00.
Al escribir estas palabras estoy todavía muy conmovido. Durante la misa de exequias agradecí al Señor por haberme permitido vivir esto con Jorge y Beatriz. Ellos han dado un testimonio magnífico de fe y de amor a todos los que les conocieron. Esta experiencia siempre permanecerá en mi corazón de sacerdote.
Christophe Prigent
Lesneven (Francia)
100 historias en blanco y negro
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