Sin embargo, en octubre de 2014 hizo un anuncio que sorprendió a colegas y líderes políticos: dejaría los estudios televisivos para convertirse en religiosa contemplativa.
Martina Purdy, la veterana corresponsal política de la BBC en Irlanda del Norte (25 años en el periodismo, 15 navegando en las complicadas aguas de la política norirlandesa) ha dejado la prestigiosa cadena televisiva, donde era un rostro bien conocido, para ingresar como novicia en el convento de las Hermanas de la Adoración y la Reparación en Belfast.
Tanto los compañeros periodistas como los políticos cuya actividad trataba de acercar a la ciudadanía como los espectadores han mostrado a la vez sorpresa y curiosidad y le han deseado lo mejor en su nueva etapa dedicada a Dios en la oración.
En Twitter, declarándose “abrumada” por la reacción de cariño de la gente (y avisando de que no va a “retransmitir” su nueva vida) escribió un mensaje que decía: "Gracias a todos por su generosidad. A los de mi fe, a los de otras religiones, a los que tratan de hallar a Dios, a los que tratan de ignorarlo. Que Dios les bendiga".
Ella sólo había anunciado que se retiraba, sin decir que iba a entrar ne religión. En un comunicado de despedida había dicho: "Quiero desear a mis colegas lo mejor aquí y en Stormont, especialmente a mis amigos en la sección de política. Les echaré mucho de menos. También quiero desearles suerte a los políticos en sus futuros proyectos".
Fue cuando alguien la avistó acudiendo a misa en compañía de varias hermanas de la congregación de la calle Falls Road de Belfast, hacia la catedral de San Pedro, cuando admitió su nuevo “destino”.
Kathleen Carragher, directora de informativos en BBC Irlanda del Norte, describe a su ex compañera como una de las reporteras con "mayor talento". Antes de 1999, Martina se había dedicado al periodismo escrito en un diario.
"Sé que mucha gente no va a entender esta decisión. Es una decisión que no he tomado a la ligera, sino una que he tomado con amor y gran alegría. Pido que recen mientras me embarco en este camino con humildad, fe y confianza", comunicó Martina Purdy ante el revuelo por su opción.
“No es una vida que hubiera elegido por mí misma. El Señor la eligió para mí. Es una vida bastante satisfactoria. Me da alegría”, afirmó la ahora religiosa en una entrevista con la prensa local, a la que confesó que reza por todos los políticos.
En un artículo publicado por Belfast Telegraph, Sor Martina –que pertenece a las Hermanas de la Adoración– indicó que su transición fue un proceso lento y que luego de su anuncio tuvo un encuentro privado con el Primer Ministro de Irlanda del Norte, Peter Robinson; y el Primer Viceministro Martin McGuinness.
Además, un político de quien no dio su nombre, pero que describió como un buen contacto, le envió un mensaje de texto que decía “no comprendo”.
La conversión de Martina Purdy no fue brusca. En el programa radial The Talkback, de BBC Radio Ulster, recordó que aunque tuvo una “sólida formación católica”, se decía que no quería “absolutamente” ser monja. Sin embargo, gradualmente comenzó a sentir que ya no tenía el corazón para continuar como periodista.
“No diría que era infeliz”, indicó. “Me estaba volviendo más alegre, pero era una alegría que venía de la oración”.
Además, confesó que su antigua vida, dedicada a las compras y a salir con los amigos, se hizo cada vez menos satisfactoria.
Y cada vez que entrevistaba a los políticos “sentía que quería rezar por ellos más que hacerles preguntas”.
Así, dijo que fue experimentando una transformación lenta pero ardiente que la seguía retando a optar por la vida religiosa. “Yo todavía negociaba con el Señor”, señaló.
Sin embargo, un día, caminando por Drumalis Retreat, cerca de Larne, se quedó paralizada frente a un pequeño árbol que estaba deshojado, pero hermoso. Martina comenzó a preguntarse cómo luciría si estuviera lleno de hojas y frutas. “Me di cuenta que se me había ofrecido una transformación”, expresó.
Posteriormente, la entonces periodista regaló todas sus pertenencias, incluyendo sus ropas –muchas de estas a obras de caridad–, y vendió su auto.
“No quiero nada. No necesito nada…vivo como una hija de Dios”, afirmó. Además, señaló que la gente que la conocía bien, no quedó impresionada como los otros por su decisión de ser religiosa.
Ahora, como religiosa, sigue ligada al mundo de las comunicaciones, pues escribe en el periódico del convento y tuitea el Evangelio. Hay un “hambre espiritual” ahí afuera, afirmó.
Aciprensa 10 enero 2016
Lo más reciente